Myriam Fonseca soñaba con casarse con un príncipe azul.
“Soñaba con poder tener un matrimonio así como de las películas”, relata Myriam.
A sus 17 años, ella conoció a un joven, que para ella era ese príncipe que tanto había anhelado.
Pero, una vez casada vino pronto a descubrir que la felicidad que había deseado, sería terriblemente afectada y ella no estaba preparada para el trauma que le tocaría enfrentar.
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